Las fuerzas armadas del territorio centroamericano detuvieron por la fuerza, con gases lacrimógenos y cargas, a los migrantes que se dirigen hacia México y buscan llegar a USA con la esperanza de que la Gestión de Joe Biden, que tomará posesión el miércoles, dé un giro a sus políticas de acogida.
“Estamos viendo que esta gente que se sumó a esta caravana realmente está en una situación plenamente irregular y bastante difícil de manejar. “Estamos bastante preocupados pues viene otro conjunto de la misma proporción que está saliendo del Florido esta misma mañana”, añadió Díaz en alusión al paso fronterizo entre Honduras y Guatemala por el cual ingresaron los migrantes.
México además advirtió de que todo migrante que desee cruzar la frontera con el Estado de Chiapas tendrá que someterse a los controles y a los protocolos contra la coronavirus.
Varias son asesinadas o fallecen gracias a patologías o inclemencias del tiempo”, manifestó Lorena Guzmán, coordinadora de Migración del Comité Mundial de la Cruz Roja (CICR) en Centroamérica y México.
Diversos migrantes hondureños descansan en una carretera luego de que la milicia guatemalteco detuviera su paso
Diversos migrantes hondureños descansan en una carretera luego de que la milicia guatemalteco detuviera su paso.ESTEBAN BIBA / EFE
El jefe saliente y López Obrador llegaron a colaborar para contener las caravanas y frente a las amenazas del magnate, que agitó el espectro de una guerra arancelaria a las exportaciones, México se avino a militarizar la frontera sur y endurecer los controles de los migrantes que ingresan a partir de Guatemala.
En una plática telefónica entre López Obrador y el mandatario electo Biden días anterior a Navidad los dos decretaron empezar un nuevo camino en materia de política migratoria y, por lo menos sobre el papel, se comprometieron a impulsar la “cooperación entre EE UU y México para asegurar una migración segura y ordenada, contener el covid-19, promover las economías de América del Norte y afirmar la frontera común”.
Fuente: El Pais