Para nadie es un secreto que la sociedad cree que el estado es un botín. Cada vez que hay nuevo inquilino en el palacio, nuevos funcionarios llegan.
Ayer frente a la prensa el actuar presidente Luis Abinader dijo que el estado no es un botín. Pero seamos claro señor presidente, semanas atrás el señor Ramón Alburquerque le rechazó un nombramiento como presidente de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHid) mediante el decreto 339-20, puesto que rechazo.
Alburquerque dijo en su cuenta de Twitter que no fue lo acordado. La palabra acordado nos deja claro que durante la campaña hubieron conversaciones del puesto al que sería llevado Ramón Alburquerque. Pero todos sabemos que a cada dirigente político se les promete y se acuerdan posiciones en las instituciones del estado. Entonces, dígame usted lector si así no es que se reparte el botín?
El estado no debería ser un botín, pero siempre los políticos lo han considerado como tal.
Si ellos mismos no lo considerarán un botín, no se hicieran acuerdos a puertas cerradas para repartirse instituciones en el estado. El Tweet del señor Alburquerque dejó bien en claro que antes de ellos ser designados en un puesto, ya hubo un acuerdo previó. Por lo que ellos sabían que iban a ser designados.
Pongamos otro ejemplo: semanas atrás se acordó reformar una ley que prohibía al nuevo director de INAPA dirigir esa institución y reformar una ley para beneficiar a una persona es una clara demostración de que los políticos si ven al estado como un botín. Si una persona puede aportar al bienestar de una nación, lo puede hacer desde cualquier posición que se le asigne.
No nos engañan cuando en la prensa dicen una cosa y en sus oficinas piensan y hacen otras. El estado señor presidente, si es un botín para ustedes y todo el que ha pasado por ahí.
Termino con la frase de Winston Churchill:
Señor presidente usted tiene las puertas abiertas para un próximo mandato si así lo desea, pero lo que mal comienza, mal termina.